lunes, 29 de septiembre de 2014

Películas juveniles de los 80

Hace mucho tiempo que no escribo por aquí, y hoy se me ha ocurrido entrar por el blog y volver a retomarlo, a ver lo que duro. Este post está dedicado a algunas películas de los 80, concretamente a películas protagonizadas por adolescentes, que marcaron a toda una generación. Yo nací en 1986 y estas películas las vi más tarde (en los 90 o en estos últimos años) pero me parecen mucho mejores películas que otras juveniles de estos últimos tiempos.

Uno de los "culpables" de este éxito de películas fue John Hughes. Él fue quien escribió películas tan míticas como Dieciséis velas, El club de los cinco, La mujer explosiva, La chica de rosa, Todo en un día, o Sólo en casa. Sus protagonistas eran jóvenes adolescentes, y sus historias transcurren en su día a día en el instituto, sus problemas familiares, sus colegueos, fiestas y otras aventuras. Los chicos de esta época se sentían identificados por las situaciones vividas en estas películas.

A continuación os pongo algunas de mis películas de adolescentes de los 80 favoritas:

Dieciséis velas

Samantha es una chica que va a cumplir dieciséis años, y ese día nadie de su familia se acuerda de su cumpleaños. Y todo porque su hermana mayor se va a casar, y tienen mucho lío con los preparativos de la boda. Para más inri, vienen los abuelos a pasar esos días en casa, y cómo no, les toca dormir con la pobre Samantha. Como en muchas películas de John Hughes, la protagonista es una chica incomprendida (Molly Ringwald, frecuente en las películas de Hughes) pero que finalmente encuentra su amor y la felicidad, y además está el chico pringado enamorado de la protagonista pero que acaba siendo sólo el mejor amigo, como un hermano, el pagafantas, que tiene que asumir la realidad. La escena final con el chico que le gusta, sentados solos en la mesa y soplando las velas es una de las escenas más recordadas de la década.


El club de los cinco

Otra de John Hughes, esta película muestra el transcurrir de una mañana de sábado en el que cinco chicos de un instituto están castigados cada uno por un motivo. No se conocen de nada, pero poco a poco irán intimando y haciéndose amigos, viendo que todos tienen algo en común (son incomprendidos, no son malos chicos en el fondo, etc.). Otra vez repiten Molly Ringwald y Anthony Michael Hall como en Dieciséis velas. Ella es la niña pija y él el cerebrito que quiere encajar con los demás. Les acompañan Emilio Estévez, Judd Nelson y Ally Sheedy, que son el deportista, el gamberro abusón y la gótica misteriosa, respectivamente.




El título lo dice todo. Ferris Bueller (Matthew Broderick) es un chico al que no le gusta ir a clase. Así que finge que está enfermo, y cuando sus padres se van a trabajar, él sale de casa para aprovechar el día. Convence a su mejor amigo (que además es rico y puede coger el Ferrari de su padre) y a su novia para que les acompañen a dar una vuelta por Chicago esa mañana. Conseguirán engañar al director de todas las maneras posibles y que los compañeros de clase le hagan una campaña de apoyo para que se recupere, mientras él pasa el mejor día de su vida fuera de clase.



La chica de rosa

De nuevo John Hughes hace a Molly Ringwald protagonista, otra vez una chica incomprendida, y además pobre que vive con su padre tras el divorcio y marcha de su madre. Ella lo hace todo y vive en las afueras, y se enamora del chico guapo y rico del instituto. Éste también se fija en ella, pero sus amigos ricos le toman por loco porque no es de su tipo. De nuevo aparece la figura del pagafantas (Jon Cryer, de Dos hombres y medio), que además es un fanático del rock y hará lo posible por enamorar a la chica. Finalmente el amor prevalece por encima de los prejuicios, como debe ser.



Lloyd (John Cusack) es un buen chico y le encanta poner la mejor música en su coche. Se enamora de la chica más lista del instituto, la empollona, que en la graduación dio el discurso que a nadie interesaba, y que al curso siguiente se iría a Inglaterra a estudiar con una beca. Pero aún queda el verano, y en ese tiempo Lloyd se ha propuesto enamorarla como sea. No lo tendrá fácil, porque ella es de familia adinerada y de buena reputación, y su padre está en contra, pero todo es posible en esta vida. Y es que si vas a casa de la chica que te gusta y sacas la radio con el temazo de amor a todo volumen, nada puede fallar.




¿Qué pasa cuando se juntan dos frikis un fin de semana en casa de uno de ellos? Pues que se ponen a trastear con el ordenador y crean a la mujer de sus sueños. Todo ficción, claro, pero todos hemos soñado con ello. Crean la mujer explosiva y salen con ella a los sitios más exclusivos, donde ahora empiezan a ser aceptados. Tanto que consiguen invitar a todo el mundo a una fiesta en casa, aprovechando que los padres no están. La cosa se va de madre, y al hermano mayor no le hará ninguna gracia las desastrosas consecuencias de la fiesta... Volvemos a ver en esta película a Anthony Michael Hall (que siempre hace de friki cerebrito) y ojo, que aquí aparece un jovencísimo Robert Downey Jr.



Bonus: algunos de los temazos de las bandas sonoras de estas películas:


Próximamente hablaré de otras películas de los ochenta...