Ayer descubrí que hace medio siglo un señor llamado Joseph Kittinger logró el mayor salto de la historia. Es decir, a mayor altura. Imaginad que una persona que se tira en paracaídas suele lanzarse a 4.000 o 5.000m de altura. Pues este señor se lanzó desde 30.000 metros. Impresionante. Fue un proyecto como tantos otros que tenía la nasa y/o el ejército de los EE.UU. en los años 50 y 60 para que les sirviera en la conquista del espacio. Al parecer el objetivo era comprobar que una persona pudiera sobrevivir en el espacio exterior con ese traje de astronauta que llevaban. Tendría que sobrevivir a las bajas temperaturas, presión, ausencia de oxígeno... Kittinger se elevó con un globo de helio, y desde la estratosfera se lanzó. Alcanzó la estratosférica velocidad de 988 km/h antes de abrir el paracaídas. Impresionante, casi la velocidad del sonido. Y el paracaídas lo abrió a unos 5 mil metros de altura. Esos 25 mil metros los recorrió en poco más de 4 minutos. Eran otros tiempos...
Kittinger consiguió los récords de mayor ascenso en globo, salto en paracaídas de mayor altitud, caída libre más larga y mayor velocidad de un hombre en la atmósfera. Recientemente, Red Bull tenía proyectado superar esta marca con Felix Baumgartner, cuyo objetivo es lanzarse desde 36.600 metros, pero al parecer el proyecto está paralizado.
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